Género y Estado: La Participación de la Mujer en la Estructura Política Boliviana en la Última Década

La participación de la mujer en la política boliviana, se ha incrementado significativamente en términos de número de mujeres en cargos públicos, pero varios indicadores plantean dudas sobre la calidad de dicha participación. La contribución efectiva de la mujer a la construcción de política pública y el ordenamiento nacional podría estar comprometida ya sea por la baja capacidad técnica de las mujeres seleccionadas en función a cuotas impuestas por ley, o por una estructura implícita machista al interior de la política que impide a la mujer promover sus ideas.
La participación de la mujer en distintos escenarios de Bolivia ha ido en aumento en la última década. Este es el caso, precisamente, del ámbito político, apuntalado por la Ley Electoral de 2010 que establece cuotas y otras medidas mínimas de participación de mujeres en partidos políticos, en el congreso y en funciones de gobierno. Además, la Ley 243 de 2012, protege a las mujeres de acoso y violencia política, con el fin de asegurar su participación plena en la actividad política. De igual forma, se han establecido cuotas de participación femenina en el poder judicial, como lo indica el artículo 48 del nuevo Código de Procedimiento Civil.
Producto de este proceso, actualmente las mujeres representan el 51% de los asientos en el congreso boliviano, muy por encima de la media mundial de 27% (OECD, 2019), mientras que el 51% de las concejalías municipales están también ocupadas por mujeres[1]
Sin embargo, los avances descritos también exhiben importantes deficiencias de liderazgo en la participación de la mujer. Por ejemplo, mientras el gabinete ministerial del Presidente Morales en 2010 fue compuesto en un 50% por mujeres, actualmente el porcentaje se ha reducido a su promedio de la década de 20%. De igual forma, existen solo 28 alcaldesas en 339 municipios, un escaso 8% del total.
En este sentido, surge la pregunta acerca de la calidad de la participación de la mujer en la estructura política de Bolivia, pues existe la probabilidad de que, si bien la legislación actual ha impuesto cuotas de presencia, el nivel de contribución efectiva de la mujer a la construcción de la política pública y el ordenamiento nacional es hasta la fecha poco satisfactorio. Algunos indicios de esto, por ejemplo, se reflejan en algunos artículos de opinión publicados en la prensa local que cuestionan el rol de la mujer en política e inclusive califican sus acciones como “una defensa a los caudillos (varones) que lideran a los  partidos políticos”. Por su parte, la investigación de Komadina (2016) destaca también esta problemática en la representatividad de la mujer y se indica que  “el ingreso masivo de mujeres a los espacios de decisión no necesariamente trae consigo un cambio o innovación en las reglas de juego vigentes y en la forma de hacer política”. Finalmente, en un artículo del prestigioso medio de El País de España se plantean estas interrogantes del papel de la mujer y destaca el liderazgo de muy pocas mujeres en el ámbito político boliviano, mientras el grueso de ellas podrían ser víctimas de acoso político, motivo por el cual no estarían en la capacidad de asumir un rol más protagónico.
De evidenciarse lo anterior, es difícil en este momento discernir si es que la causa de tal hallazgo está asociada principalmente con las capacidades (e.g. instrucción académica y experiencia de trabajo) de las mujeres en cargos públicos vis a vis las cuotas o porcentajes “femeninos” que se deben cumplir por Ley o, por el contrario, se asocian a una estructura política machista que impide a las mujeres contribuir activamente en la política,  en la línea del concepto de mansplaining o la tendencia a imponer las opiniones de los hombres por encima de las mujeres. 
Por lo tanto, es necesario incorporar a la agenda de la investigación, el interés, los motivos y  las razones por las cuales la incursión de la mujer en la política no es la esperada. Es muy probable que los resultados de estas investigaciones puedan extrapolarse a otros ámbitos de la actividad humana.

Autor: Marianne Gassenmeier-Suárez
Nota: Las ideas y opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no reflejan necesariamente la posición oficial de la Escuela de la Producción y de la Competitividad (ePC).

Referencias
[1] https://elpais.com/elpais/2018/01/11/planeta_futuro/1515674514_106471.html
OECD (2019). Perfil de País –Bolivia. Social Institutions and Gender Index. Disponible en línea en:
https://www.genderindex.org/wp-content/uploads/files/datasheets/2019/BO.pdf
Ley Nº 026. Gaceta Oficial de Bolivia, La Paz, Bolivia, 30 de junio de 2010
Ley Nº 243. Gaceta Oficial de Bolivia, La Paz, Bolivia, 28 de mayo de 2012
Mujeres en la Política : 2017 ONU – Mujeres. Disponible en línea en: http://www.unwomen.org/-
/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2017/femmesenpolitique_2017_spani
sh_web.pdf?vs=1334
Paradojas de la representación política en Bolivia. Disponible en línea en:
https://journals.openedition.org/agedor/1156

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