Pragmatismo en Relaciones Comerciales Bolivia y la Unión Europea.
En la última semana, ha sido notorio
el avance gubernamental para la suscripción de un acuerdo comercial con la Unión
Europea (UE). Esta acción, cambia radicalmente, la posición boliviana de ser el
único país andino que aún no tiene un acuerdo comercial con el bloque. Aunque
las autoridades prefieren llamar a esta iniciativa un “acuerdo complementario”
lo que es cierto es que se trata de una adhesión al acuerdo ya existente entre
el bloque y los países andinos Colombia, Perú y Ecuador.
Hay que recordar que desde el año 2007
el bloque europeo avanzó sustancialmente en la firma de acuerdos con países
andinos como Perú y Colombia que culminó en el año 2010 y, en el año 2014 con
Ecuador. Las preguntas que intentamos responder en este artículo son ¿Por qué
en su momento Bolivia no consideraba relevante la firma de un acuerdo con el
bloque europeo? ¿conviene alcanzar un acuerdo comercial con un bloque como la
UE? ¿Qué se debe tomar en cuenta como puntos neurálgicos de la negociación?
La respuesta a la primera pregunta es
compleja. Desde que surgió la iniciativa, Bolivia y Ecuador “pusieron el freno”
para que el acuerdo no llegara a su culminación. Al final. Bolivia abandonó la
negociación porque consideró que el componente comercial no era más que un
típico Tratado de Libre Comercio que debilitaría su opción por un desarrollo
propio. Si bien las asimetrías entre ambos bloques eran conocidas y también lo
eran entre los miembros de la CAN, esto no supuso un grado de dificultad. El
problema radicó en cómo se debía expresar el reconocimiento de las asimetrías
en la negociación. El proceso se tornó complejo cuando Bolivia pidió vincular
ese reconocimiento a la exclusión de capítulos completos de manera selectiva
para algunos países de la CAN. Inclusive se planteó que se negociara solamente
acceso comercial de mercancías evitando capítulos importantes para el resto de
los miembros del bloque andino como: inversiones, servicios, propiedad
intelectual, compras públicas y otros. En resumen, esto dio lugar a que la UE desechara
el acuerdo “bloque a bloque” y negociara un acuerdo multipartes con Colombia y
Perú (2010) y Ecuador (2015).
Acerca de que, si conviene realizar un
acuerdo comercial con bloque europeo, la respuesta es afirmativa si se
considera que el aprovechamiento de un mercado más grande puede redituar
beneficios considerando las asimetrías. Tradicionalmente, no solo con Bolivia,
sino con América Latina (AL) la relación comercial con la UE es asimétrica. La
UE depende menos de AL que AL de la UE. Bolivia, representa un mínimo
porcentaje del
comercio total de la UE. De total de las importaciones del bloque, las
importaciones de Bolivia representan el 0.021%. y del total de las
exportaciones del bloque, las exportaciones a Bolivia representan el 0.023%.
Para los últimos tres años, el balance comercial, desde el punto de vista de la
UE, ha sido positivo.
Otra
respuesta a la segunda pregunta es la ambigüedad que causa el insuficiente
desarrollo de una oferta exportable capaz de competir en mercados exigentes. Bolivia debe adecuar y diversificar su oferta, escasamente desarrollada, como
para penetrar un mercado grande, exigente y competitivo en precios. Las ventas no tradicionales, aquellas a las
cuales se debe agregar valor, solo representan el 19.5% de las exportaciones
totales. La ampliación de la base de exportación a través de una canasta
comercial más diversificada puede ayudar a mantener no solo la estabilidad de
los ingresos por exportaciones, también incrementar el número de productos para
vender al bloque.
La tercera pregunta aborda respuestas
más complicadas en temas de comercio. Si lo importante es un pragmatismo en la
búsqueda de mercados e inversiones, como manifiestan las autoridades, enfrentar
un acuerdo
complementario, basado en el comercio, es complejo, dado el avance de los temas
sensibles de las negociaciones internacionales.
Por
ejemplo, no es desconocido que el bloque europeo utiliza mecanismos de
protección en función de medidas no arancelarias y obstáculos técnicos al
comercio. Las normas sanitarias y fitosanitarias exigen, inclusive, componentes
de trazabilidad que no son fáciles de cumplir para los productores. Por otra
parte, las certificaciones de calidad y el proteccionismo verde que requiere
certificados europeos de huella ambiental, certificación de bosques, huella de
carbono y etiquetado ecológico deben ser tomados en cuenta si se quiere
exportar productos con valor agregado.
Elementos
fundamentales adicionales que se deben tomar en cuenta para esta probable
relación complementaria son nuestra extrema debilidad en temas de cumplimiento
de aspectos básicos de la propiedad intelectual, donde la UE ha alcanzado un
grado importante de desarrollo. Nuestra predisposición o no para levantar los
límites de las compras públicas o permitir la entrada de servicios financieros
y de telecomunicaciones en un mercado, como el boliviano, que todavía no tiene
mucha internacionalización, representa un desafío para enfrentar esta
negociación.
Finalmente,
se debe enfrentar con soluciones pragmáticas los desafíos en la búsqueda de
mercados. Las declaraciones del
Viceministro boliviano de comercio de que Bolivia es un país interesante para
la inversión europea y de que es un momento político distinto del que se tenía
en 2009, nos muestra señales importantes que pueden abrir la senda del
desarrollo de base ancha.
Autor: Gonzalo M.
Vidaurre
Nota: Las ideas y opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no reflejan necesariamente la posición oficial de la Escuela de la Producción y de la Competitividad (ePC).
Referencias:
Valdez
Jorge y Docarmo Farit. El Acuerdo Comercial con la Unión Europea: un largo
camino
para abrir la puerta a oportunidades y desafíos EU LAC Fundación -Agenda
Internacional Año XVII, N° 28, 2010, pp. 9-30
¿Por
qué Ecuador no debe firmar un acuerdo comercial con la UE? Ver en https://www.celag.org/por-que-ecuador-no-debe-firmar-un-acuerdo-comercial-con-la-ue/
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